Apuntes para una historia del transporte local

diciembre 12, 20240

Crónicas de Atlántida

Por Wilson Mesa

Esta crónica pretende explorar de qué manera las primeras formas de transporte -diligencias, ferrocarril y ómnibus- no solo permitieron la movilidad, sino que también formaron parte integral de la historia turística de la región. Porque en las zonas turísticas, el transporte no solo cumple con la función de mover personas de un punto a otro, sino que se convierte en parte de la experiencia misma de conocer la historia, la cultura y el paisaje de un lugar. Cada uno de los medios de transporte mencionados ha dejado una huella que perdura en el paisaje, la arquitectura y las tradiciones locales.

 

Las diligencias y el ferrocarril
“Por 1852 se instaló la primera línea regular de diligencias, que unió a Montevideo con Minas y perduró hasta 1882. Hacia un viaje semanal, deteniéndose en Pando, en el hotel de Giribaldi, donde actualmente se halla la Escuela Nº 111. Transportaba solamente a ocho pasajeros (…). Al principio no existían puentes: después se construyeron sobre el arroyo Pando y el Mosquitos. Eran de propiedad privada y hasta poco después de 1900 se cobró peaje para pasar por ellos. Permitieron el cruce de las diligencias durante cincuenta años. (J.M. Gutiérrez Laplace).
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Las primeras líneas del ferrocarril datan de 1868. Comenzaron en Montevideo y se fueron extendiendo en forma radial hacia todo el país, con la financiación y dirección de capitales ingleses.
La línea al este, se tendió hacia 1886 y debe saberse que el tramo de ferrocarril entre Pando y Estación La Sierra, pasando por Estación Las Toscas (Atlántida) se inauguró en 1888.

 

La fundación de Pando
La población de Pando se fundó en 1788. Es Francisco de Menezes quien funda dicho pueblo en tierras de su abuelo, Bernardo Gaytán. El nombre de Pando proviene de un faenero que se afincó en la margen oeste del arroyo que luego tomó su nombre, desarrollando la industria del corambre. Se llamaba Antonio de Pando y Patiño.

ALGUNOS ANTECEDENTES: Hasta promediada la década de 1910 la oferta de transporte colectivo que tenían los montevideanos para trasladarse al interior del país se limitaba a los servicios ofrecidos por trenes y diligencias. Se puede establecer claramente los años en que se fueron incorporando las primeras líneas de transporte colectivo que unieran por carretera la costa canelonense con otras zonas tales como Pando y Montevideo. Sin duda que los primeros pioneros del transporte fueron en base a esfuerzos individuales y para satisfacer la necesidad de las personas de trasladarse, ya fuera por paseos, por salud, por educación, por trámites o por trabajo.

 

Los primeros ómnibus en el país
En cuanto a los ómnibus, recién en 1917 se puede encontrar el primer aviso de los “Autobuses Albatros”, propiedad de Luis Cassou, que unían la Plaza Independencia con la ciudad de Pando. El recorrido hasta Pando tenía un costo de 60 centésimos y utilizaban como paradas las mismas “postas” de las antiguas diligencias.

Es sobre la segunda parte de la década del 20’ cuando el crecimiento del transporte por autobús se hizo más importante. Un gran número de empresarios independientes (generalmente con una sola unidad) comenzaron a competir entre sí en horarios y precios, pero sin ninguna reglamentación estatal que los organizara.

Fue recién en 1927 que se sancionó la primera “Reglamentación de Ómnibus” por el Consejo de Administración de Montevideo, la que sirvió de base para las futuras reglamentaciones interdepartamentales.

 

Se funda una compañía en Pando
El 20 de octubre de 1930 se funda la “Cooperativa de Ómnibus de Pando”, la cual se convertirá en sociedad anónima recién en el año 1941. La novel empresa contaba con ocho (8) vehículos aportados por distintos propietarios, que circulaban por un “Camino a Maldonado”, casi sin pavimento, con pocas viviendas, entre campos, chacras y tambos.

A fines de 1939, ya iniciada la guerra mundial, se incorporaron las líneas a Migues, Tapia y Atlántida.
La agencia en Atlántida de la “Cooperativa de Ómnibus de Pando” fue inaugurada en el año 1946, en un local adquirido especialmente. Dicho local se encuentra en la calle 11 muy cerca de la esquina con la Av. Circunvalación. Allí funciona actualmente la sede del Club Social y Deportivo COPSA y una pequeña oficina de la compañía de ómnibus.

 

Las rutas
Este era un tema no menor; el estado de situación de las rutas en la década del 30’. Pando con Montevideo se unía a través del “Camino a Maldonado” (ruta 8). Y la población de Pando se conectaba con Atlántida a través del llamado “Camino de la playa”, (actual Ruta 11), que era simplemente de tosca y por la cual vinieron primero las carretas, después los carros tirados por caballos, los primeros automóviles y luego los ómnibus, muy primitivos ellos también. No existía la Ruta Interbalnearia, por lo que el viaje a Montevideo -desde Atlántida- era siempre pasando por Pando y dicha población se convirtió en un nudo de comunicaciones tan importante que allí nació una de las primeras compañías de ómnibus del sur del país: COPSA.

Si nos referimos especialmente a Atlántida, tenemos que, ya consolidado el servicio de transporte por ferrocarril, se hizo necesario utilizar cada vez más el camino de salida de la costa, el cual era muy primitivo en los primeros tiempos en que los vehículos de transporte colectivo empezaron a rodar por ellos.

 

El primer ómnibus local
El primer ómnibus que unió Atlántida con Montevideo comenzó en 1924 (aún no existía la Compañía de Pando) y era conducido por Tito Fernández. Más adelante, un francés de apellido Charles, continuó en esta actividad. Después, los integrantes de la familia Guillén, padre e hijos, atendieron una línea, antes de, y luego en forma simultánea con la Compañía de Pando. El ómnibus atlantidense de los Guillén, que compitió con los ómnibus pandenses durante bastante tiempo, finalmente fue absorbido por COPSA. Tenía la llamativa denominación de “El Látigo”. Cuentan que llevaba a los pasajeros hasta sus casas y, de mañana, despertaba clientes puerta a puerta.

La familia Guillén vivía junto a la placita de juegos del Hotel Mercedes, por la calle 22, más o menos donde después fue construido el Edificio “Atalaya”.

“El viaje en el ómnibus de Guillén era una especie de reunión amistosa entre vecinos. Era muy común que, colmada la capacidad del vehículo, se debiera viajar sobre el techo. Hoy resultaría cómico ver a la gente sentada sobre valijas en el techo del vehículo, sorbiendo unos matecitos o cubriéndose con paraguas”. (Gutiérrez Laplace).

 

La Ruta Interbalnearia
Recién en el año1952 se decidió la construcción de la Ruta Interbalnearia. “El trazado de esta carretera en el tramo arroyo Carrasco – arroyo Solís Chico, sería el siguiente: Ruta 34, desde su origen en la ruta 101 hasta su extremo pavimentado en el Paso de Escobar y prolongación de esta ruta hasta el puente construido en la picada del arroyo Pando (donde está actualmente el peaje). Después la Ruta 10, desde el citado puente en el arroyo Pando hasta el arroyo Solís Chico en el Paso de los Negros. La Ruta Interbalnearia costearía el límite norte de las plantas urbanas de los Balnearios Salinas, Atlántida, Las Toscas y Parque del Plata”.

En el año 1960 se realiza la construcción del puente sobre el arroyo Solís Chico, entre los balnearios de Parque del Plata y La Floresta, quedando así la Ruta Interbalnearia como principal vía de acceso a los balnearios del este que ya se iban convirtiendo en importantes competidores de Atlántida.

Llegados los años 1972-73 se construye el llamado “Trébol” de Atlántida. Un puente elevado con distribuidores de circulación en distintas direcciones, el cual cambió por completo la entrada tradicional que tenía el Balneario. El mismo fue inaugurado por el ministro de Transporte y Obras Públicas, Arq. Walter Pintos Risso.

 

Conclusión
El resto de la historia ya es más conocido. La compañía COPSA fue hegemónica durante casi cuarenta años para prestar servicios de transporte colectivo hacia los balnearios de Canelones, agregando líneas y unidades a medida que aumentaba la población de esta zona, (1939 – 1978). Es recién en el año 1978 que comienza a competir la compañía CUTCSA, con la llamada “línea Inter”, a Salinas y Parque del Plata, pasando por Atlántida. Cosas de la historia local que explican el desarrollo de algunos lugares que nacieron como exclusivamente turísticos pero que se han transformado en residenciales y hasta en “zonas dormitorio” también.

 

Fuente de información:
Libro de Juan Manuel Gutiérrez Laplace – “Atlántida, un sueño que surgió desde las olas”.
Libro publicado por COPSA en sus 75 años –“Una vida juntos – 1930-2005”.
Libro de Arinda González Bo – “Atlántida Centenaria – Guía Turística, Histórica y Cultural”.

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