Encanto y tradición

febrero 1, 20250

La combinación perfecta: Historia, cultura, confort y los mejores sabores del mundo

En esta nueva entrevista al socio conoceremos a Laura V. Charlone Feippe, propietaria del emblemático restorán y posada Santoral, ubicado en la rambla de la Playa Mansa de Atlántida en la esquina de República Argentina.
En un entorno completamente encantador, la empresaria nos recibe, nos cuenta los detalles de su propuesta gastronómica y turística y nos fascina al describir la magia de este histórico lugar, así como su pasión por la gastronomía que mezcla sabores portugueses, franceses y rioplatenses junto a una carta de vinos únicamente de Canelones, lo que convierte a Santoral en un lugar exclusivo.

-¿Cuándo abrió Santoral y cómo lo describirías?
-Santoral abrió sus puertas el 6 de enero de 2015 como una propuesta singular en el balneario. Lo que nos distingue no solo es el énfasis en la cocina portuguesa con la gastronomía del Río de la Plata y técnicas francesas, sino también el ambiente y la historia que se respira en cada rincón de nuestra Posada. La casa donde se encuentra Santoral tiene más de 100 años, lo que le otorga una identidad muy especial. Este lugar tiene historias que contar y nosotros trabajamos para hacer que los visitantes no solo disfruten de una buena comida o de un cordial hospedaje, sino que sientan parte de ese legado, de esa historia viva que es Santoral. La Posada tiene siete habitaciones y es una posada boutique, con una atención personalizada donde todo está pensado, muy cuidado, como la propia casa de uno. Es muy difícil expresarlo con palabras, tenés que venir y vivir la experiencia.

-¿De qué manera tu historia personal se refleja en el concepto de Santoral?
-Mi historia está profundamente conectada con Santoral, porque gran parte de lo que intento transmitir hoy tiene que ver con mis orígenes y mi formación personal. Soy curiosa y siempre me gustó comer, probar, desde muy chica. Yo recuerdo la primera vez que comí un cangrejo, o sea, recuerdo la textura del cangrejo. También amo las frutas, recuerdo cuando probé el mamey en México por primera vez, amo las verduras, todo. La cocina portuguesa me y nos acompaña desde hace muchos años. Viví en Angola 14 años donde tuve contacto directo no solo con la gastronomía local, con la portuguesa, sino también con la cocina de los países lusófonos: Cabo verde, Guiné Bissau, San Tomé y Principe, Brasil, una mezcla de sabores e ingredientes que no se encuentra fácilmente en otros lugares. Durante esos años, el entorno, tanto cultural como gastronómico, influyó mucho en mi identidad y en la forma en que entendí la cocina. Si bien es una cocina con ingredientes variados, de intensidad de sabores, la acción de sentarse a comer en mi familia era muy tradicional, comer es conectarse con tus seres queridos. Y eso es lo que queremos transmitir a todos los que vienen a Santoral. Nuestros platos son lo que ves, no hay cosas escondidas, está el aceite de oliva, que es la base de la cocina portuguesa y la cocina mediterránea; está la cebolla y el ajo; y el tomate… cada plato es como una canción de tres acordes, vos podés modificar el ritmo, mezclarlo, pero siempre va a ser lindo y muy sencillo, y así es lo que intentamos transmitir de la cocina portuguesa como también de la uruguaya. Aquí en Santoral, tratamos de mostrar esa mezcla única de sabores, tradiciones y recuerdos, buscando ofrecer una experiencia que sea auténtica, pero también accesible, moderna y fresca.

El arte de cocinar
-¿Cómo lográs combinar la gastronomía portuguesa con la del Río de la Plata?
-La idea es crear una fusión entre lo que yo aprendí en mi familia uruguaya, de la cocina angolana y portuguesa y las influencias que he adquirido en mi vida en Uruguay. En Portugal y en Angola, la cocina tiene una gran relevancia en la vida diaria y acá también, es algo que se vive con mucha pasión. Me encanta trabajar con ingredientes de la región, como los mariscos, el pescado, los frutos de la tierra, es muy bello y rico ese momento en que estas cocinas conviven.

-¿Qué significa para ti mantener la esencia de la cocina portuguesa en un lugar tan diferente como Uruguay?
-Es fundamental mantener la esencia, porque eso es lo que da autenticidad a lo que hacemos. No se trata simplemente de replicar platos, sino hacer que los ingredientes y las técnicas se mezclen con la cultura local de una manera que tenga sentido. En Uruguay, por ejemplo, la carne tiene un sabor incomparable, y eso lo integramos muy bien en algunos de nuestros platos. Pero también tenemos ese compromiso de cuidar el patrimonio gastronómico portugués, y de las cocinas que indagamos, sobre todo aquellos platos que conectan con el pasado y con mis raíces.

-¿Cómo es la carta de Santoral?
-No me gustan las cartas muy extensas, esas que tienen muchas hojas y me pierdo un poco o no entiendo bien la información. La carta de Santoral no es extensa, tiene identidad, en su totalidad tendrás 32 platos contando los postres. Es una carta hermosa, que viene acompañada de una amabilidad en el servicio que me llena de orgullo. Parece una obra de arte con colores e ilustraciones que te invitan a repasarla con ganas y ahí juega mucho el trabajo de diseño que es otra gran apuesta, cómo contar la historia de lo que queremos transmitir a través de una pieza de diseño. Claro que hay un pienso en la cocina salada con personal joven y formado y claramente muy involucrado, ellos son Valentín Peluffo y Gonzalo Pozzi.

-¿Los postres manejan la misma identidad?
-Los postres me gustan mucho. Me importa que el cierre de la velada sea lindo. Hice la carrera de pâtissier en el Gato Dumas donde adquirí muchos conocimientos que me permiten crear e innovar. En los postres también está representada la cocina portuguesa, la francesa y la rioplatense, es un trabajo profesional y en conjunto además con Cecilia Hernández.

La recuperación de la historia y el respeto por los animales
-¿Cómo has logrado combinar la historia de esta casa con la modernidad?
-Esta casa tiene más de 100 años, solo perteneció a cuatro generaciones: la familia Urioste, después se la vendieron a los Von Metzen que la tuvieron 8 años, pasó a las hermanas Sabini Bianchi a quien yo se las compré y ahora nos pertenece a mis hijas y a mí. Por eso, esta edificación está relacionada directamente con la fundación de Atlántida. La casa es un emblema de nuestra identidad, con paredes y detalles que datan de hace más de un siglo. Sin embargo, para que nuestros visitantes se sientan cómodos, es importante que la experiencia también sea moderna. La combinación de lo clásico con lo contemporáneo es un desafío, pero lo hemos logrado manteniendo el carácter original de la casa y sumando elementos de confort que los viajeros de hoy esperan. La decoración, por ejemplo, tiene una estética que respeta la historia del lugar, pero con un toque minimalista y elegante, que permite que los visitantes se sientan en un lugar acogedor y moderno.

-¿Cómo surgió la idea de ser pet friendly y qué significa para vos este concepto?
-La idea de ser pet friendly surgió durante la pandemia, cuando la gente comenzó a buscar lugares donde pudiera ir acompañada de sus mascotas. Nuestro jardín siempre fue un espacio donde los animales se sentían cómodos, así que decidimos dar el paso de ser un restaurante con posada pet friendly de manera oficial. Ofrecemos un menú especial para mascotas y también proporcionamos colchones y otros servicios para hacerlos sentir como en casa. Es un concepto que nos encanta, ya que todos los que trabajamos aquí tenemos mascotas y entendemos lo importante que es poder disfrutar de un lugar que te permita compartir con ellos.

Semana del patrimonio
-¿Qué tipo de actividades organizan?
-Siempre estamos buscando maneras de enriquecer la experiencia de nuestros huéspedes. En ambas temporadas, organizamos actividades como tardes de té, con el tradicional té inglés y música de fondo, además de eventos culturales y exposiciones de arte. También ofrecemos cenas temáticas donde los platos son el centro de la velada, acompañados de música, una ambientación especial y un buen vino de nuestro departamento de Canelones. Aparte de eso, el entorno natural de Santoral, con su hermoso jardín y proximidad a la playa, invita a la relajación. Muchos de nuestros huéspedes disfrutan de pasar el día en el jardín. Desde 2016 nos hemos sumado activamente al Fin de Semana del Patrimonio Nacional, abriendo las puertas de nuestra casa y compartiendo con los visitantes su historia. Invitamos a artistas locales para que expongan sus obras, creando una conexión entre el arte, la historia, el lema propuesto y el lugar. Ofrecemos además visitas guiadas a la casa donde contamos un poco la historia. Muchas veces han venido las hermanas Sabini Bianchi, los Urioste, se sacan fotos, nos traen fotos y generamos un intercambio y acervo cultural hermoso. Y esto es otra parte fundamental de Santoral, somos cultura y movimiento, donde no solamente tenemos una grilla divina en verano, sino también estamos con participaciones todo el año.

El turismo interno
-¿Qué tipo de público se recibe en Santoral?
-Hoy en día, la mayoría de nuestros visitantes son uruguayos, especialmente jóvenes y familias que vienen a disfrutar de la gastronomía y el entorno que ofrecemos. También recibimos estadías largas con familias que regresan cada temporada. En cuanto a los turistas internacionales, a fines de enero y durante febrero suelen llegar más europeos, pero en general hemos visto un público local que ha elegido este lugar para disfrutar de una experiencia diferente.

-¿Cómo estás observando la temporada en general?
-Esperábamos que vinieran más personas de Argentina y de Brasil, pero hasta el momento es más público local. No obstante, hay muchos más vecinos que residen en Argentina que están volviendo a pasar sus vacaciones en sus casas de acá, lo que hace que se refleja claramente en nuestro restorán.

Sustentabilidad
-¿Cómo ves el futuro de Santoral?
-Después de la pandemia, comencé a pensar más en el futuro a largo plazo y en cómo hacer que Santoral sea más sustentable. Para nosotros, cuidar este lugar es fundamental. Ya estamos tomando medidas como el uso de materiales sostenibles y la implementación de prácticas que minimicen nuestro impacto ambiental. A medida que avanzamos, espero que Santoral se convierta en un ejemplo de cómo un restorán y una posada pueden ser sostenibles y respetuosos con el entorno. Asimismo, queremos seguir evolucionando de acuerdo a las necesidades de los visitantes y los cambios que vayan ocurriendo en el mundo. Lo más importante es seguir cuidando el lugar y las relaciones que hemos construido con la comunidad local y con nuestros visitantes.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

©2024 ccifa.com.uy. Todos los derechos reservados | Terms of Service | Privacy Policy | Desarrollo mirabalcreative.com